Ser freelance es una manera de trabajar que tiene muchas ventajas, pero en este artículo hablaremos de una de las dificultades que todo freelance debe enfrentar *música de suspense* 😨
✨LA AUTOEXIGENCIA✨
Esto no quiere decir que los trabajadores por cuenta ajena no la sufran, pero cuando “tú marcas tu propio horario” y “tú escoges tus vacaciones” puede que tu horario acabe por ser todo el día y que tus vacaciones no lleguen a aprobarse nunca.
Como en cualquier puesto de trabajo deberás marcar ciertos límites que protejan tu salud mental y física, que además también significa proteger tu negocio. Recuerda que solo te puede ir bien si TÚ estás bien primero.
Para ayudarte a evitar decir “estoy quemadísimo” todos los meses, aquí van algunas normas que podrías poner en práctica:
Sabemos que hay momentos en los que tu lista de tareas pendientes puede ser infinita y eso termina por agotar tu energía y produce mucha frustración.
Partiendo de que es humanamente imposible hacer todo el trabajo, comer, relacionarte con otras personas y dormir, ¿qué te parece si haces dos listas de tareas diferentes?
A veces las propuestas de trabajo llegan en momentos inesperados y por miedo a perder la oportunidad puedes acabar aceptando proyectos que no tienes tiempo de llevar a cabo. Es un círculo vicioso: me proponen un trabajo, digo que sí, me estreso porque tengo demasiado trabajo, me prometo que bajaré el ritmo. Y así sucesivamente 😵.
Para conseguir salir de un bucle de sobrecarga de trabajo es importante que te permitas mirar tu agenda y confiar en el valor de lo que haces. Si de verdad les interesa tu perfil puedes permitirte negociar la calendarización de las entregas, si lo que necesitan es algo urgente pero tú ya estás hasta arriba no eres la persona adecuada para asumir esa responsabilidad.
Tómate tu tiempo antes de aceptar una propuesta, por mucha prisa que parezca tener el cliente, resérvate un momento para pensar si puedes aceptar ese trabajo y cuándo serían las mejores fechas para ti.
E igual de importante, aprende a decir: no puedo, estoy descansando.
El hecho de que tu horario sea flexible no significa que estés disponible para cualquier necesidad de tu pareja, familia o amigos. Aunque a veces resulte difícil para tu círculo entender que tu manera de trabajar también es tu modo de vida, puedes dejar claros tus límites sin sentirte culpable por ello.
No, no tienes que estar disponible durante todo el día para responder a sus llamadas. Y no, tampoco tienes que hacerle los recados porque tú trabajas desde casa y “es solo un momento”.
Si puedes, estupendo, y si no puedes, piensa que sería lo mismo que responderías si trabajases en una oficina.
Somos conscientes de que a veces uno no se puede permitir rechazar un trabajo, no creemos en eso de que “todo va a salir fenomenal, es que no eres lo suficientemente positivo”. Pero si estás en la situación en la que ni económicamente te compensa mantener una relación con un cliente por lo caro que te sale en disgustos, déjalo.
No sólo estarás ahorrando en frustración, también tendrás más tiempo para encontrar trabajos que encajen mejor contigo. Y, honestamente, ¿cómo no disfrutar de decirle a un cliente que no soportas que ya no vas a trabajar más para él? Es como tirarse en paracaídas, una experiencia arriesgada pero que te da un subidón.
Este último punto parece una obviedad, y sin embargo es algo que debemos recordar a menudo. Trabajar de manera individual no significa que no necesites tener una red de apoyo. Quizás no tienes un compañero de trabajo con quien desahogarte, pero sí podrás encontrar consuelo en un paseo con amigos o en una tarde de ejercicio.
En Xolo hemos visto a freelance que estaban agobiadísimos con su contabilidad y cómo se han sentido de aliviados al confiarnos a nosotros todas esas responsabilidades. ¿En quién necesitarías apoyarte para sentirte un poco más ligero? Recuerda siempre que trabajar como freelance no significa que tengas que enfrentarte a todo solo.
Laura es redactora freelance en el blog de Xolo desde 2021. Después de trabajar en agencias de publicidad decidió trabajar en contenido por su cuenta y ahora escribe sobre cómo poder vivir de ello. Como autónoma compagina las estrategias digitales en redes sociales, la redacción de artículos o la escritura UX para web.