Aquí, en Xolo, somos muy de tirar del refranero español y aplicar sus máximas a nuestro trabajo. Porque somos buenos, bonitos y baratos, porque mejor Xolo que mal acompañado, porque más vale factura en mano que ciento volando. Pero, como ya sabréis, más allá de este punto castizo que ni el mismísimo C. Tangana, también tenemos nuestra cara internacional, global, cosmopolita. Esa que nos permite entender a nómadas digitales y freelancers de todo el mundo, hablen el idioma que hablen.
Así es que hoy, por cambiar un poco, vamos a tirar de un refrán inglés, ahí es nada: “The devil is in the details”, el diablo está en los detalles. Y lo hacemos para explicar un tema que tiene su punto de complejidad, que suele generar muchas dudas entre los autónomos españoles: la diferencia entre desgravar y deducir.
Porque para explicar la distinción que, para un trabajador por cuenta propia, existe entre desgravar y deducir va a haber que recurrir a los detalles, a los pequeños matices, que es donde está el quid de la cuestión. Al demonio, tal y como dicen los estadounidenses.
Y como calentamiento para lo que se viene, un pequeño spoiler: tanto desgravar como deducir son acciones positivas para el freelance, pues le permiten pagar menos impuestos; la única diferencia radica en cómo lo hacen.
Antes de abrir el melón de explicar qué es desgravar y qué diferencias guarda con deducir, vamos con un paso previo fundamental: definir qué son la base imponible y la cuota impositiva, dos términos fundamentales y que debes tener muy claros en este tema.
Explicado esto, ¿qué es desgravar? Pues se trata de cualquier acción que conlleve restar una cantidad (los gastos de la actividad, en el ejemplo previo del IRPF) a un montante bruto para conseguir la base imponible de un impuesto.
Sigamos con el ejemplo del pintor de murales freelance, al que vamos a llamar Diego. Digamos que, a sus ingresos brutos en el año 2022 de 58.500 euros, Diego le resta 8.500 euros de gastos en material, transporte y cuotas a la Seguridad Social. Pues dicha resta es la que da como resultado que su base imponible sean 50.000 euros. Dicha resta, pues, es una desgravación.
Así pues, aunque en muchas ocasiones se genera cierta confusión al denominarlos gastos deducibles, los gastos desgravables son todos aquellos que se utilizan para calcular la base imponible de un impuesto. Por ejemplo, a efectos del IRPF de un autónomo, los gastos desgravables son:
Por su parte, a efectos del IVA, gasto desgravable será toda aquella cuantía de IVA soportado que esté relacionado con la actividad laboral del autónomo.
Hemos quedado en que, a efectos impositivos, desgravar es restar cuantías sobre un importe bruto para calcular la base imponible de un gravamen. Base imponible sobre la que, luego, se aplica el porcentaje correspondiente al impuesto (un 15% para el IRPF, por ejemplo) para averiguar la cuota impositiva, que es básicamente el dinero que tenemos que pagar a la Agencia Tributaria… hasta que apliquemos las deducciones.
Porque vamos ya con la siguiente pregunta: ¿qué es deducir? Pues, básicamente, la acción de restar una cuantía equis sobre la cuota impositiva para averiguar el resultado final a pagar por un impuesto.
Las deducciones, al contrario que las desgravaciones, se suelen aplicar en porcentajes y con un límite y, para explicarlas, nada como regresar al ejemplo de Diego el muralista. Porque dijimos que, de los 50.000 de base imponible, Diego tenía que pagar un 15% por IRPF: 7500 €. Sin embargo, gracias a que existe una deducción del 30% hasta un valor máximo de 60.000 € por inversiones en emprendedores, y ya que Diego invirtió 10.000 € en un proyecto para sprays sostenibles, Diego se podrá deducir el 30% de esos 10.000 € de su cuota impositiva.
Así pues:
7500 euros de cuota impositiva - (30% de 10.000 de deducción) = 4500 euros de cuota impositiva final a efectos del IRPF para Diego.
A efectos del IRPF, algunos de los gastos deducibles —repetimos: los que se restan a la cuota impositiva para calcular el pago final, no sobre los ingresos brutos para calcular la base imponible— más habituales para los autónomos españoles son:
Así pues, tal y como hemos dicho desde el principio, la diferencia entre desgravar y deducir estaba en los pequeños detalles, in the details. En el hecho de que un autónomo:
Por el resto, deducir y desgravar guardan muchas semejanzas:
Porque en Xolo, además de unos auténticos fans innatos del refranero español e internacional y de unos magníficos creadores de contenido con todas las dudas que pueda tener un autónomo, si algo somos es una gestoría de confianza y que se adapta a las necesidades de los freelance modernos.
Además, por si todo esto fuera poco, somos generosos. Porque si te suscribes con nosotros, te ofrecemos:
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The devil is in the details y nosotros, en esto de los detalles, somos sencillamente insuperables.
Xolo es mucho más que una gestoría digital. Ayudamos a los freelance con el papeleo para que puedan dedicar su tiempo a hacer crecer su negocio. Ofrecemos soluciones de facturación, contabilidad y fiscalidad para escalar la revolución freelance y del futuro del trabajo.