Los préstamos, ay, los préstamos. Quién no recuerda aquellos años de desenfreno, antes de 2008, en los que muchos de nosotros todavía no habíamos salido al mercado laboral. En los que pedir un préstamo para autónomos y que te lo aceptasen era más fácil que pedir una Estrella Galicia en un bar de A Coruña —y para el que no lo sepa: en A Coruña no existe la cerveza, solo existe la Estrella Galicia 🍻—.
Por desgracia para muchos, todo eso es parte del pasado, especialmente ahora que ha llegado la subida de los tipos de interés del BCE. Pero eh, que no pasa nada, que nadie caiga en el desánimo si es trabajador por cuenta propia y necesita dinero para avivar, resucitar o hacer que nazca su negocio. La financiación para autónomos, aunque no tenga las condiciones de la de hace 14 años, sigue vivita y coleando. Hasta puede que, en algunos casos, sea mucho más fácil de conseguir de lo que se suele pensar.
En este artículo hablaremos de los diferentes tipos de préstamos para autónomos, de sus requisitos y sus facilidades. Todo en un tono positivo. Porque quizás no estamos a principios de los 2000, cuando el dinero corría a espuertas, pero no estamos tan mal. Piensa que tú ahora escuchas a C Tangana, a Rosalía, a Nathy Peluso, a Bejo… y el álbum más vendido de 2002 en España fue “Corazón latino”, de David Bisbal 🕺.
Nada más que añadir.
Empezamos fuerte con las preguntas. Porque, a ver, el dinero que se puede conseguir con un préstamo para autónomos depende completamente del tipo de préstamo, el volumen de trabajo de la empresa del autónomo, la entidad que otorgue la financiación, etc.
Es por ello que la financiación para autónomos puede ir desde los cientos de euros hasta los doce millones, pues los números no dejan de ser relativos. Para un traductor autónomo que trabaje en su casa, en pijama, un préstamo de 1000 euros puede cubrir de sobra sus gastos —un ordenador y un programa de traducción automática, por ejemplo—; mientras que, para la dueña de una empresa de logística y paquetería en furgoneta, 100 000 euros puede que no le lleguen a nada.
Así pues, más fácil que hablar de préstamos en general, debemos hablar de los diferentes tipos de préstamos para autónomos que existen.
Al hablar de los tipos de préstamos para autónomos, también hay otra pregunta muy habitual —¿cuál es el mejor préstamo para autónomos?— que se responde con la misma canción del gran y único Pau Donés: depende, todo depende. Porque el mejor préstamo siempre es aquel que mejor se adapta a las condiciones y el contexto de cada autónomo.
Hagamos un repaso de los más habituales, y a qué tipo de situación se adaptan mejor.
Cualquiera de estos tres elementos, los préstamos, las tarjetas y las líneas de crédito para autónomos, son productos creados por los bancos con el objetivo de cubrir las necesidades específicas de las empresas y los trabajadores por cuenta propia.
Las principales ventajas de las tarjetas y líneas de crédito es que aportan mucha flexibilidad. Comidas de empresa, compra de material a pequeña escala, pago de facturas y de trabajos subcontratados, todo ello entra dentro de las funciones más habituales de estos dos productos.
Por su parte, los préstamos bancarios se suelen orientar a inversiones de mayor calado: ampliación de las instalaciones, compra de maquinaria pesada, etc. Eso sí, como veremos más adelante, los requisitos para pedir un préstamo bancario son mucho más estrictos que en los dos casos anteriores.
Es importante destacar que dentro de la industria de los préstamos para autónomos también existe un método público: el Instituto de Crédito Oficial (ICO), perteneciente a la Secretaría de Estado de Economía y Apoyo a la Empresa. Su principal misión es promover actividades económicas que ayuden al crecimiento y desarrollo del país, así como a la distribución de su riqueza.
El ICO ofrece financiación para autónomos y empresas en condiciones preferentes, mucho más favorables que las de la mayoría de entidades privadas. Sus plazos de amortización suelen ser más largos y los tipos de interés más reducidos.
Dentro de su trabajo, el ICO cuenta con diferentes líneas de crédito, cada una de ellas centrada en un tipo de pyme, autónomo, o gran empresa. Por ejemplo, existe una línea para empresas y emprendedores, otra para recibir crédito comercial, la línea centrada en la eficiencia energética, o aquella centrada en el trabajo de importación y exportación.
La financiación otorgada por el ICO puede alcanzar un máximo cercano a los 12,5 millones de euros. Eso sí, primero se debe pasar un largo y exigente proceso de solicitudes, presentaciones, planes de negocio, etc.
¿Se puede solicitar un préstamo personal para el trabajo de un autónomo? Sí, por supuesto. Esta es otra de las opciones a la hora de buscar financiación para un intento de emprendimiento, aunque siempre es preferible hacerlo bajo un formato propiamente empresarial.
En los últimos años, una industria que ha vivido un crecimiento brutal ha sido la de los préstamos online. Con ellos, todo es más sencillo: se puede conseguir dinero en unos clics y con poca información, en un tiempo récord, y en unas cantidades respetables.
Los problemas, eso sí, pueden aparecer con el tiempo. No todos los servicios de crédito en línea son 100% fiables, algunas firmas esconden condiciones leoninas, y las hay que no están sometidas al control del Banco de España. Ojo, esto no quiere decir que todos los servicios de préstamos online sean poco recomendables, ni mucho menos. Es solo que en un enorme espacio como el de internet, donde las opciones son infinitas, hay que prestar mucha atención a quién se le puede pedir un préstamo para autónomos online.
Y, ya a estas alturas del artículo, muchos os preguntaréis: ¿qué pasa con los emprendedores, con los más jóvenes? ¿Es que no hay financiación para ellos? Pues lo cierto es que sí. Y si hablamos de préstamos para nuevos autónomos hay un producto que se debe mencionar de forma casi que obligada: las líneas de crédito ENISA, una empresa de propiedad pública al estilo del ICO.
Las líneas de crédito para autónomos de ENISA ofrecen financiación para proyectos empresariales viables, centrándose principalmente en los trabajadores jóvenes por cuenta propia.
Entre sus líneas de financiación destacan las de Jóvenes emprendedores, la de Emprendedores digitales, o la línea AgroInnpulso, dirigida a impulsar la transformación digital en el sector agroalimentario y el medio rural.
Por último, también hay que hablar de los métodos más recientes y líquidos, también muy aptos para jóvenes emprendedores. Sistemas como el crowdfunding y el crowdlending, a los que se suele conocer como financiación FFF (family, friends & fools, que viene a ser algo así como familiares, amigos y tontos).
(Lo de tontos, obviamente, en tono cariñoso).
La microfinanciación a través del crowdfunding y el crowdlending tiene muchas ventajas, y una de ellas es que se realiza sin intermediarios, sin paso por entidades bancarias o de crédito, directamente del inversor al emprendedor.
Entre ambos conceptos existe una diferencia, un matiz que es pequeño pero crucial: el crowdfunding es una inversión a fondo perdido, mientras que el crowdlending es una forma de financiación a través de microcréditos sobre los que los inversores esperan un retorno.
Ahora llegamos al punto crucial del artículo, en el que regresamos al producto más habitual, el de los préstamos bancarios. Y lo hacemos para responder a una pregunta: ¿qué requisitos se necesitan para pedir un préstamo como autónomo?
El primer paso es mentalizarse: como decíamos al principio y por suerte, al menos a nivel musical ya no estamos a principios de los 2000. Y aunque puede que los préstamos para autónomos no sean tan sencillos de conseguir como en aquella época, eso no quiere decir que ahora sean complicados. Cabe decir que en la actualidad contamos con una gran variedad de formas de financiación para autónomos, desde el crowdfunding hasta el ICO, pasando por las tarjetas de crédito.
Aquí te hemos contado cómo pedir un préstamo siendo autónomo. Ahora llega tu parte del trabajo: analizar el mercado, plantearte qué tipo de crédito para autónomos te compensa más, crear un plan de negocio convincente, conocer tus necesidades y pedir, por último, el préstamo.
Funcionará, ya verás. Y si no, recuerda, al menos, que cada vez que enciendes la radio suenan C Tangana y Rosalía.
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