Los gastos de los autónomos han sido creados por los mismos guionistas que Los Serrano: siempre parece que se ha acabado el drama, pero este continúa hasta límites insospechados, incomprensibles, inverosímiles. Y lo peor: por mucho que a veces lo deseemos, lo nuestro nunca es un sueño de Antonio Resines. Que si cuota de autónomos, que si IRPF, que si el alquiler de la oficina, que si el pinchito de tortilla al mediodía… que si los seguros para autónomos.
Porque sí, amigos del trabajo por cuenta propia, aunque nos olvidemos de ellos en numerosas ocasiones, los seguros para autónomos también son un gasto habitual para la mayoría. Algunos son obligatorios, otros solo recomendables, pero no tenerlos en cuenta a la hora de planificar nuestros gastos y nuestro futuro laboral sería un craso error. Quizás todavía mayor que verse Los Serrano de nuevo, enterita, desde la primera temporada (¿te imaginas el suplicio? 😱).
Veamos, pues, los aspectos clave de los seguros para autónomos.
Hay dos respuestas fundamentales a la pregunta de por qué necesitas un seguro para autónomos. Unos sirven para cubrir tus responsabilidades y, si prefieres verlo de esa manera, para que no te multen. Otros, mientras, ofrecen cierta protección extra pero no obligatoria.
Es decir, en determinados contextos laborales existen los seguros obligatorios para autónomos. El no tenerlos contratados puede desembocar en sanciones económicas y no solo económicas: una de ellas, por ejemplo, puede ser la prohibición de llevar a cabo la actividad laboral. Un ejemplo de este tipo es el seguro de responsabilidad civil para todo aquel trabajador por cuenta propia que desempeñe su actividad de cara al público.
Luego, también están otro tipo de seguros que no son obligatorios, pero que dependiendo del caso particular de cada uno pueden ser recomendables: seguros de salud, de baja laboral, de vida, de ciberriesgo, etc.
A la hora de hablar de seguros para empresas y autónomos que sean obligatorios por ley podemos hablar de cuatro tipos principales.
Puede parecer una nimiedad, pero el autónomo tiene una enorme responsabilidad a la hora de desarrollar su actividad, especialmente si trabaja de cara al público. ¿Qué sucede si tienes un bar, lo acabas de fregar y un cliente se resbala y se tuerce un tobillo? Que serás el responsable. ¿Y si tienes una escuela de surf en la Zurriola, Donosti 🏄 —aunque ya puedes armarte de paciencia, que mucho sitio no hay— y un niño se hace una herida en la rodilla? Pues que serás el responsable. Pero vayamos más allá: ¿y si eres arquitecto y a un garaje diseñado por ti se le cae parte del techo, dañando un coche? Efectivamente, has acertado: serás el responsable.
Esta es una idea que no está de más resaltar: a diferencia de las sociedades mercantiles, los autónomos respondemos con todo nuestro capital y patrimonio, presente y futuro, ante cualquier reclamación.
Es por ello que, para cubrir todo este tipo de incidencias relacionadas con la actividad, existen los seguros de responsabilidad civil para autónomos. Son obligatorios salvo para aquellos que trabajen desde casa o no tengan trato con el público.
Como ocurre con todo seguro, el precio dependerá de los factores de riesgo presentes en la actividad laboral, que serán valorados por la aseguradora. Su precio medio está en torno a los 120/150 euros de prima anual, pero la mayoría de autónomos paga menos de 100 euros.
El objetivo de los seguros multirriesgos es cubrir cualquier daño o incidencia que pueda tener lugar en los locales de trabajo o centros de producción en los que se lleva a cabo la actividad. Normalmente, este tipo de seguros se adaptan a las necesidades de los espacios asegurados.
Hay ciertas coberturas a las que no es buena idea renunciar en un seguro multirriesgo: el seguro contra incendios y contra daños eléctricos, por ejemplo, así como la cobertura ante desalojos forzosos del espacio laboral.
Luego hay otras cuya idoneidad depende de la naturaleza del negocio, de su ubicación geográfica, o del tipo de clientela: seguros contra inundaciones, coberturas frente a daños estéticos a escaparates y tiendas, ante el incumplimiento por parte de empleados de acuerdos de confidencialidad, etc.
Depende completamente del tipo de local y los riesgos de la actividad. Como es lógico, no es lo mismo asegurar un pequeño kiosco de barrio que una nave industrial que trabaje con productos químicos. Puede ir de primas anuales inferiores a 100 euros hasta los miles de euros.
Entre las responsabilidades del autónomo no solo entran los bienes materiales: si se tienen empleados, cualquier incidencia que estos sufran en el ámbito laboral y desemboque en una invalidez o fallecimiento será responsabilidad del empleador.
Es por ello que, en ciertas actividades, también existe la obligación de ofrecer cobertura a los empleados, a través de lo que se conoce como seguros de convenio. Serán los convenios correspondientes al sector los que marcarán si existe o no dicha obligatoriedad.
El precio por empleado suele oscilar entre los 30/40 euros, siempre dependiendo del sector y de que puede haber descuentos por número de empleados.
Si el vehículo es imprescindible para la actividad, entonces existe obligación para el autónomo de realizar un seguro. Puede hacerse a terceros, aunque es recomendable que sea a todo riesgo.
El precio dependerá del número de vehículos —existen descuentos por flota—, del tipo de vehículos y del trabajo que deban llevar a cabo, de si el seguro es a terceros o a todo riesgo, del historial, etc. Una horquilla factible sería decir que puede estar entre los 100 y 600 euros de prima anual.
Sí, los seguros obligatorios son deducibles en la declaración del IRPF siempre y cuando solo cubran incidencias ligadas al desarrollo de la actividad del autónomo.
Es decir, no se puede deducir el seguro del automóvil si también se utiliza para viajes personales, pero sí si está dedicado única y exclusivamente a la actividad laboral.
Por último, entre los seguros para autónomos que no son obligatorios pero sí pueden llegar a ser recomendables en muchas situaciones, destacamos los dos más recurrentes: el de salud y el de baja laboral.
Los seguros privados de salud para autónomos ofrecen una ventaja principal ante los servicios públicos de la Seguridad Social: la ausencia de listas de espera.
En un espacio laboral, el de los autónomos, en el que el tiempo es oro (nunca mejor dicho), quizás la seguridad de ser atendido casi que al momento es una ventaja de valor incalculable. Además, la última ley de trabajo autónomo ha intentado fomentar estos seguros entre los trabajadores por cuenta propia mediante ciertas ayudas fiscales.
Porque los trabajadores autónomos pueden desgravarse hasta 500 euros de forma anual por seguro médico. Pero, ojo: pueden hacerlo en su seguro y en el de tres familiares directos, por lo que el total de la deducción puede ascender hasta los 2000 euros.
Si cotizas por lo mínimo como casi todo hijo de vecino y se te da por caer de baja —sí, por si no lo sabías: los autónomos también tienen derecho a baja— , durante los primeros 30 días te corresponde una paga por parte de la Seguridad Social de unos 10 euros por jornada laboral. Tremenda fortuna 😒
Por ello, numerosos trabajadores por cuenta propia optan por complementar esto con seguros de baja laboral (rondan los 300/400 euros de prima anual) que dan acceso a indemnizaciones de unos 700 euros. Y lo mejor es que son compatibles con la baja otorgada por la Seguridad Social.
Ya lo ves, hay seguros para todo: para cubrir la responsabilidad del autónomo, para cubrir a su familia, y hasta otros como este, el de la baja laboral, que cubre lo que la Seguridad Social no hace por los trabajadores por cuenta propia.
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